La resiliencia es la capacidad de recuperarnos en tiempos de crisis. Nos permite afrontar de manera positiva situaciones perturbadoras o adversas y salir fortalecidos de ellas. Actualmente, las crisis familiares, los desastres naturales, las carencias materiales o las crisis sanitarias frente al Covid-19 pueden ponernos a prueba.
De acuerdo a la Asociación Americana de Psicología, la resiliencia puede aprenderse y desarrollarse, aunque requiere tiempo, esfuerzo y un compromiso a seguir una serie de pasos:
- Aceptar que el cambio es parte de la vida: Hay que ser consciente de que existen ciertas circunstancias que escapan a nuestro control y que no podemos cambiar. Lo mejor es enfocarse en aquello que podamos solventar, modificar y mejorar.
- Cambiar la perspectiva: no podemos evitar que ocurran acontecimientos que nos causan tensión, pero sí podemos cambiar la manera cómo reaccionamos ante ellos. Intenta mirar más allá y piensa que las cosas mejorarán en el futuro.
- Rodearse de personas positivas: establecer buenas relaciones con la familia, amigos y compañeros, así como aceptar su ayuda en algunos momentos nos fortalece. Participar en nuestra comunidad y ser parte de proyectos solidarios y altruistas también puede beneficiarnos.
- Cuidarse un@ mism@: escucha tus necesidades y deseos, el egoísmo sano te permite ofrecer la mejor versión de ti. Encuentra momentos relajantes y que te llenen. Y no olvides hacer ejercicio físico regularmente para mantener en forma cuerpo y mente.
- Cultivar una visión positiva: el optimismo y el humor son herramientas eficaces para construir resiliencia. Basta con sonreír un poco cada día, tratar de «quitarle hierro» a algunos asuntos y aprender a relativizar los problemas.
Muchas personas que han vivido situaciones difíciles han expresado luego cómo había mejorado su fuerza personal, su autoestima y su apreciación de la vida.
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