A veces se dice que la existencia de personas LGBTIQ+ es un fenómeno actual y traído de occidente. Sin embargo, ¡esto no es cierto! Y en esta nota te explicamos por qué.
Lo primero que hay que saber es que existen pruebas de comportamientos homosexuales en el antiguo Perú, ¡mucho antes de la conquista española! Las expresiones culturales e iconográficas de nuestros ancestros también muestran personas andróginas y de dos géneros. Interesante, ¿cierto?
Muchas de estas expresiones ancestrales ya no existen hoy, pues fueron quemadas durante el periodo colonial por ser consideradas como opuestas a la moral religiosa de los colonizadores. Sin embargo, seguro muchos de nosotros conocemos a los famosos huacos de las culturas moche y chimú, en los que se representan personas en situaciones eróticas no heterosexuales.
El cronista Pedro Cieza de León narró que las prácticas homosexuales eran naturales en el Chinchaysuyo, región que formaba parte del Tahuantinsuyo; pero que en contraste, en el centro y sur del imperio incaica, la homosexualidad era duramente castigada.
Así, las personas LGBTIQ+ han existido en nuestra historia desde tiempos remotos y hoy gracias a múltiples investigaciones sabemos que son también parte de nuestra historia y tradición nacional.