El COVID-19 está afectando la salud de miles de personas en todo el mundo. Por ello, gobiernos de todos los países han adoptado medidas de urgencia que les permitan proteger a su población. Sin embargo, estas medidas han afectado diversos sectores, donde la industria y la economía han sido las más afectadas. De un momento a otro, miles de trabajadores se han visto con la única opción de seguir ejerciendo sus labores desde casa, enfrentándose a los nuevos retos del llamado teletrabajo. ¿Sabes de qué se trata? Aquí te lo contamos.
¿Qué es?
El teletrabajo, es una modalidad de empleo en el que el trabajador desempeña sus funciones a distancia y a través de conexión remota, ya sea vía Internet o telefónica. Este modelo de trabajo no requiere presencia física en una oficina o espacio definido por lo que normalmente y en las actuales circunstancias, se desarrolla desde casa.
¿Cómo funciona?
Este modelo de trabajo no difiere mucho del convencional. Es decir que, todas las conexiones laborales con compañer@s y superiores se mantienen, salvo que la comunicación entre ellos se da por medio de vías remotas como la intranet, correos electrónicos institucionales y teléfonos. Sin embargo, se deben tener en cuenta las funciones de cada uno y priorizar una comunicación constante para evitar retrasos en el desarrollo de las actividades.
Principales retos en tiempos de COVID-19
- Creación de nuevos hábitos, rutinas y dinámicas de trabajo.
Acostumbrarse a este nuevo ritmo es el principal reto en esta temporada, puesto que no todos están adaptados a usar las herramientas digitales que son necesarias. - Riesgos de CiberseguridadLos riesgos en la red son ampliamente conocidos sin embargo, al ser la principal fuente de intercambio de información, es necesario establecer nuevos protocolos de respaldo además de verificar sitios considerados potencialmente peligrosos. Debemos tener cuidado e incidir en la seguridad informática.
- Conectividad
Según el último estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática del Perú (INEI), el 62% de la población a nivel nacional tiene acceso a Internet. Adicionalmente, durante este periodo de aislamiento social obligatorio, la mayoría ha optado por consumir contenido en las diferentes plataformas que se pueden encontrar en la web haciendo que el ancho de banda de los diferentes operadores de telefonía se vea insuficiente. Es un hecho que la velocidad y conexión es más lenta de lo habitual. - Distracción constante
Estar en casa, también conlleva una serie de responsabilidades, las cuales se deben organizar por importancia. Sin embargo, no siempre es posible, más aún cuando la familia está en una situación similar o hay niñ@s pequeñ@s. Debido a esto, se debe habilitar un espacio exclusivo y aislado para realizar las labores correspondientes al trabajo. - Disponibilidad
Al estar conectado desde casa es muy fácil excederse en el trabajo y mantenerse disponible 24/7. Es decir, pasar por alto los horarios habituales o incluso descuidar el espacio personal. Debido a esto es recomendable establecer límites respetar los horarios para no generar una sobrecarga y estrés laboral.
Estamos pasando por una época difícil y es también un reto nuestro ayudar a superar esta pandemia. Tenemos que estar preparados para el cambio laboral que se nos avecina y sobre todo contribuir con nuestra sociedad responsablemente, recordemos que #Unid@sSíPodemos.