¿La comunicación a través de tu pantalla sigue siendo extraña? ¿No te sientes en confianza al expresarte de manera virtual? ¿Sientes que en la pandemia toda coordinación por la virtualidad se vuelve más tediosa?
Las respuesta a estas preguntas pueden haberte venido a la cabeza muchas veces en estos tiempos y no te diremos que esos pensamientos van a cambiar, pero la comunicación virtual no tiene por qué ser una tortura. Aquí te contamos cuatro claves para que te adaptes y te comuniques efectivamente en la virtualidad:
1. Conoce las herramientas virtuales y escoge la que más se adapta contigo y tus compañeros y compañeras de clase: Sabemos que las instituciones académicas escogen la plataforma para brindar clases, pero no tienes por qué escoger la misma herramienta para comunicarte con tus grupos de trabajo. Pueden escoger a voto con la que mejor se sientan o se adecue a sus necesidades.
2. Genera acuerdos: Recuerda que al ser una comunicación relativamente nueva, no hay reglas establecidas por lo que pueden establecer acuerdos para que esta se dé de forma adecuada.
Algunos de estos, pueden ser:
- La periodicidad en la que se reunirán para mostrar avances o resolver dudas, ¿será de manera semanal o cada vez que se necesite?.
- Durante la reunión, ¿todos tendrán la cámara prendida o pueden tenerla apagada?
- Cuando quieran expresar una idea, ¿se podrá abrir el micro de frente, se tendrá que levantar la mano primero o escribir por el chat?
- Si alguno de los miembros del equipo no pueda asistir a la reunión pactada, ¿con cuánto tiempo de anticipación debe avisar? ¿se volverá a agendar hasta que todos puedan estar presentes o se procederá con la reunión virtual? ¿Esta será grabada para que el compañero se ponga al tanto?
3. Elijan en equipo a un moderador o moderadora y persona que lleve la agenda a trabajar durante cada reunión: A veces, no se tiene claro qué se trabajará en una reunión y terminamos hablando de muchos temas, pero sin concretar nada. Tener una hoja de ruta y a una persona que la ponga en marcha durante cada reunión, les ahorrará tiempo y reuniones adicionales. Al finalizar cada reunión, elijan a la próxima persona que llevará la agenda del siguiente encuentro. Para esto, es necesario que cada integrante se lleve una tarea clara a desarrollar cada semana.
4. Propicien un espacio para preguntar: El hacer preguntas puede propiciar un espacio de confianza y de rápido avance, porque se tendrá más claridad de lo que se tiene que hacer y eso generará que haya menos que corregir.
¡Qué esperas!
Aplica estas 4 claves con tu equipo y sé más productivo en la virtualidad.